La música, esencia pura del espíritu que nos eleva al infinito, sin cerrojos ni barrotes que la confinen, que trasciende al universo desde los rincones más ocultos del alma.
(Encarna Hernández Vizcaíno)
MIENTRAS ESCRIBO, MI ALMA RESPIRA MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS.
Como emprenden las horas desde el bullir del viento, acomete el hastío.
Ese hueco vacío de la nada, del caminar desierto.
Piedras sonoras, ignorantes, insolentes, que arremeten en alarma permanente y a nadie satisface.
Sonoridad ante el error continuado del que sabe, del que calla, por miedo a hablar al aire.
Mientras, las horas pasan muertas ante el bullir del viento, ante el pensar de nadie.
(Encarna Hernández Vizcaíno)