domingo, 15 de junio de 2008

¡Que nada me impida soñar!



Aunque el aire se empañe de ausencias,
aunque el sol evapore este mar,
y el rocío me cubra de sombras,
y la luna se oculte y se esconda,
y el sonido eternice las horas,
y mi alma se enferme sin más,
y...
Aunque sólo un suspiro me quede,
¡que nada me impida soñar!


(Encarna Hernández Vizcaíno)